08/10/2024 por Nieves Arregui - Nutriizan 0 Comentarios
El impacto de ultraprocesados
El impacto de los alimentos ultraprocesados en la salud es alarmante y significativo, como muestran los estudios. Aunque estos productos son comunes en nuestra vida diaria por su accesibilidad y su capacidad para estimular el apetito, el daño que causan a largo plazo no puede ser ignorado.
Es importante recordar que nuestra alimentación es uno de los pilares fundamentales de nuestra salud.
¿Qué es un producto ultraprocesado?
Son preparaciones industriales comestibles que no contienen alimentos completos, sino largas listas de ingredientes. Estos ingredientes suelen haber pasado por procesos previos, como la hidrogenación (transformación de un aceite líquido en sólido) o la refinación de harinas (eliminación de la cáscara del grano de trigo). Los productos ultraprocesados constituyen el 80% de los comestibles que se venden en los supermercados: bebidas azucaradas, precocinados, bollería, galletas, entre otros.
- Alimentos no procesados: Frutas, pescados frescos, verduras frescas, etc.
- Alimentos procesados (buenos procesados): Aceite de oliva, quesos, legumbres, frutos secos, conservas de pescado, etc.
¿Por qué se consumen tanto?
Tienen características organolépticas que estimulan el apetito de manera intensa, son abundantes y suelen ser económicos. Al consumirlos, se liberan sustancias como dopamina y serotonina, lo que genera una sensación de placer.
¿Qué dicen los estudios?
Trece metaanálisis y cuarenta y cinco análisis agrupados que incluyeron a casi diez millones de personas concluyeron:
- 21% mayor riesgo de mortalidad en general.
- 51% mayor riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular
- 25% mayor riesgo de cáncer de páncreas y colon
- 41% mayor riesgo de problemas de sueño
- 48% mayor riesgo de ansiedad
- 22% mayor riesgo de depresión
- 20% mayor riesgo de hipertensión
- 71% mayor riesgo de padecer enfermedad de Crohn
- 40% mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2
- 55% mayor riesgo de padecer obesidad.
Conclusión:
El impacto de los alimentos ultraprocesados en la salud es alarmante y significativo, como muestran los estudios. Aunque estos productos son comunes en nuestra vida diaria por su accesibilidad y su capacidad para estimular el apetito, el daño que causan a largo plazo no puede ser ignorado.
Es importante recordar que nuestra alimentación es uno de los pilares fundamentales de nuestra salud.
Dicho esto, somos seres sociales y emocionales; son dos conceptos que no se pueden disociar de la nutrición. Si la enfocamos únicamente desde el punto de vista de la salud, no estamos teniendo una visión global de la misma, lo que podría provocar sensación de culpabilidad o incluso un trastorno alimentario.
Al tomar conciencia de los efectos negativos de los ultraprocesados, podemos hacer pequeños cambios en nuestras decisiones diarias que tendrán un gran impacto en nuestro bienestar a largo plazo. Apostar por alimentos frescos y mínimamente procesados no solo nutre nuestro cuerpo, sino también nuestra mente y espíritu. Cada paso hacia una mejor alimentación es un acto de cuidado hacia nosotros mismos, y merece ser reconocido y valorado.
Consejos para reducir el consumo de ultraprocesados:
- Elige alimentos frescos: Trata de incorporar más frutas, verduras, legumbres y proteínas frescas en tu dieta diaria.
- Planifica tus comidas: Preparar comidas caseras te permite controlar los ingredientes y evitar los aditivos presentes en los ultraprocesados.
- Lee las etiquetas: Cuando compres alimentos envasados, revisa las etiquetas y evita productos con largas listas de ingredientes que no reconozcas.
- Sustituye poco a poco: No tienes que eliminar los ultraprocesados de inmediato. Intenta sustituirlos gradualmente por opciones más saludables, como frutos secos o frutas frescas en lugar de snacks industriales.
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